SelenioE

En compañía de perros

A falta de una declaración sobre la sed

que nos inspiran los afectos, existe esto.

Sin costo, una mordedura negra

repentina y con un zumbido como apoyo

en estas calles canjeadas por corrientes.

Todo se basa en la cantidad de luz hallada.

 

Animales con rostro ajustable huelen tu identidad.

Perros numerosos y múltiples, de un solo motivo.

Cuando vamos, rumbo oeste a este vamos. Correcto.

Por partes iguales, igual;

Cuando venimos borrachos y desnudos,

oliendo piernas profundas.

 

Una garganta conduce mi cabeza adentro y mas allá

de la tradición del beso, de manos fuertes

y continentes de senos que persigo.

 

Quiere saber si en mi corazón hay cicatrices.

No las tengo. Pero tengo el cuero cabelludo

del que te gustaría asirte, entonar mi nombre

y acercarme con fuerza al rastro seductor

del culo que quiero probar,

de la espalda en la que creo.

Todavía hay luz para ver y sitios que pisar.

 

Perros y parejas, un tren de dos vagones con su pelambre.

Van por la calle y salen de ella

a enredarse como rumores y raíces,

a iniciar una noche larga de diálogos del instinto.