Sostuve tu mano por un momento,
del cielo me soltaste y caí en aquel duro cemento.
Tus lágrimas cayeron sobre mi pronta soledad
como la fría lluvia cae sobre la tumultuosa y afligida sociedad.
Aquí en la ciudad sostengo mi paso ligero,
con frio y sin ti mi amor sincero.
Extraño tu dulce aroma en los dulces inviernos,
arropándome con tus caricias en el apasionante viaje de nuestros sueños.
Añoro esas caminatas largas gozando de nuestros días radiantes,
mientras el sol alumbraba con sus rayos matutinos nuestro amor apasionante,
pero eso fue antes, ahora vago en mi soledad por las desoladas calles,
sin dirección a la cual ir, sin rumbo que me guie hacia tus pies.
Escrito por: Maximiliano B.