gaston campano

Mojados recuerdos.

Ayer me puse  a regar

en el prado del recuerdo.

Miraba con un par de lentes,

que de viejos se cayeron.

¡¡Sí supieras los paisajes,

vívidos en esos vidrios!!

Un hombre algo cansado,

caminando su pasado.

Una mujer estupenda,

con una falda cortita

casi sin cubrir las piernas,

 ella se creia bonita.

Dos niños en un barrial

con barcos de papel,

en una poza de agua

agitaban su bajel.

Ese hombre semi encorvado

de pasos algo sinuosos

un sombrero raído

por los baches del camino

era un libro de historia

de esa querida tierra.

Una trompeta tocando,

a la entrada de la iglesia,

y en la puerta un papel

con el nombre del aquel,

y muchos como mirando

la última despedida,

con mis lentes ya mojados

de la lluvia que caía

rodando por mis mejillas,

si parecian lágrimas advertidas.

El recuerdo de ese hermano

que sin ningún aspaviento,

llegado como ese viento

del sur se fué volando,

en mis ojos de recuerdos.