Recuerdo de mi infancia los tiernos juegos
envueltos en las viejas cortinas de la abuela,
como ese gran vestido de princesa.
...
En el gran paraíso, meciéndome entre risas
con el antiguo cordel y labios carmín,
dosificados de inocencia , humedecidos entre sonrisas
en espera del beso inocente que de niña se anhela .
Corrí entre girasoles con el fresco aroma de humedad,
sentí el roce del pasto
y mío fue el cielo entre sombras del viejo pirul.
Ruboricé el alba
al descubrir que es un suspiro
cuando tu mano sorprendió mi mano,
Dios!, no me sueltes nunca
que el tiempo pasa y la inocencia no perdura.
Ansié que los años quedaran así
en cuerpos inquietos...
juramos recordar la infancia,
y guardé la niña
la niña bella , la niña princesa.
Mi cuerpo añejó junto al pirul
los girasoles secaron ...
y el verde pasto bajo pavimento quedó.
Será que me recuerdas?.
Quizás mañana me robes el beso
beso soñado en que se ira la inocencia