Geovani

Un romántico vuelo.

Tú quien me despierta con alegría,
En los albores de la mañana,
Y durmiendo en tus brazos en la noche fría,
Quedando la tarde vacía y vana.

Eres flor nocturna e infinitamente bella,
Fugitiva como efímera primavera,
Como lucero de las brillantes estrellas,
Quien podría ser, sino tú amada Teresa.

Con un solo mirar tuyo me llevas al cielo,
Sintiendo tu suave consuelo,
En un interminable y romántico vuelo,
Sin tocar el tenue y bajo suelo.

Siguiendo la ruta mística hacia el oriente,
El amor y la dicha que en tus brazos se siente,
Sobre los campos de esmeraldas hermosos,
Entre resplandores de los ángeles dichosos.

Bajo el arrebol que nos provoca desvelo,
Sobre nosotros en el apasionado cielo,
Besándonos en el afectuoso oriente,
Coronándonos el atardecer resplandeciente.

“El dulce viento de amor nos acaricia, en el éxtasis del beso suave y atento cuando te tengo, amada Teresa al viento.”