ALVARO J. MARQUEZ

DIAGNÓSTICO

"Le revelé al doctor mi dolor inmenso/ y supo también de nuestros encuentros,/ me dijo que notó desde el comienzo/ que mis males están en mis adentros".


La verdad no sé qué nombre ponerle a esto,
tal vez más atención de lo debido le presto
pero es algo que está aquí, molestándome.
No sabría decirte cómo empezó ni cuándo,
tan sólo sé que yo te he estado extrañando
y no sé si tú estás también extrañándome.

Ya recordarte se me ha hecho costumbre,
buscando quizá sin saber que me alumbre
la luz que sólo ilumina cuando cerca estás.
Puedo decir ahora aunque te suene triste,
que sobrevivo hoy por el amor que me diste
y qué ironía, por toda la tristeza que me das.

No sé diagnosticar exactamente qué me pasa,
pero se me hace ahora muy grande mi casa
y qué pequeña es cuando tu recuerdo entra.
Hay ausencias, hay nostalgia, qué dilema...
Estoy tratando ahora de escribir mi poema
pero ¿con un sentir así quién se concentra?

No quiero que te preocupes, yo lo superaré,
sabes bien que no bebo pero bueno, beberé
hasta que lo que siento de mis adentros salga.
Verás con el tiempo, si nos vemos de nuevo,
si ya muchos días tratando de olvidarte llevo,
que no habrá en mi corazón nostalgia que valga.

Le diré a mi almohada que es mi confidente
lo que sucede hoy en mi alma y en mi mente
y luego le pediré que tenga absoluta discreción
y el diagnóstico de lo que he estado sintiendo,
supongo que poco a poco se me irá escondiendo
en algún espacio que desconoces en mi corazón.

Que no estés conmigo no es algo que te reclamo
y si piensas que el diagnóstico es que aún te amo,
te digo que tal vez por eso entremos en discordia
y los dos vamos a terminar seguro coincidiendo,
yo tal vez llorando, no sé si acaso tú sonriendo,
tú pidiendo que te olvide, yo pidiendo misericordia.