Vibra el aire,
en sus cuerdas…melodía,
de amor, pasión, arrebato;
se funden en un crisol
tu alma…y el alma mía.
En espirales ascienden
los aromas del deseo;
se transfiguran los cuerpos
iluminando la estancia
las luces de mil luciérnagas;
son las fibras de tu ser…y de mi ser,
las fibras de la sustancia
que los Dioses emplearon
para dotarnos de anhelos,
para encontrar el placer
que nos eleva a los cielos.
Y en tu regazo lo encuentro,
y en tus colinas y valles,
fértil tierra humedecida
que riega tus manantiales.
Soy labrador, y guerrero,
amaré y protegeré
con mi hombría y con esmero
tu vida, tu libertad,
tu alma…tu cuerpo entero.