Pienso en la emoción de encontrarla por las tardes
En un Domingo en primavera
De sentir sus ojos grandes, penetrantes
En mi alma enamoradiza sulfurante
Su mirada delineada hablaba
Implorando cortesía y simpatía
Mis manos se quedaron frías
Y su esvelta figura en mi retina
¡Qué placer es el amor!
¡Qué alegría a primera vista!
¡Qué dichoso esta tarde de Domingo!
Y como es hábito, en ella habito
Desde ahora mi púlpito
Mi recuerdo, nosotros
Dormiré en ella como almohada
Eso es enamorarse, de una escoba con falda