Garuaba
lentamente,
lluvia chiquita.
Alguno habrá
llorado despacito
y nadie
se dio cuenta.
Garuaba
y poco a poco
de tristeza
me iba mojando...
algo se me había
arrancado
en aquella tarde
de mayo.
Y todo es
más triste;
tarde de garúa:
las casas viejas
se ven más viejas,
los viejos sienten
los huesos
y yo...
aún más sola.
Te extraño.