Que mal soñar con vos otra vez,
Que mal creer que cambie... y otra vez
mi mente vuelve a ti, a tu mano en mi cuello,
a tu beso seco en mi mequilla, a tu indiferencia,
a tu mirada recorriendo con desprecio mi rostro.
“nada especial” se leia en tus ojos. Y yo. Risa me da.
Mi admiración, mi boca seca
sin más que un “hola” tartamudo,
No entendes nada, miras con indiferencia mis tics,
lleno de autosuficiencia, me gustas tanto.
Y tal vez es por mi locura, que encuentra su cordura contigo.
Quiero un castigo para vos, a ver si dejas de levantar la voz,
al hablar de vos. Al mostrar tus dones, a ver si dejas de comer
delante de los hambrientos. A ver si dejas de creerte Rey sin castillo.
Y miro tus ojos, y me digo “tan insulso”,
Y miro tus manos y te deseo sin fin.
Que mal volver a pensar en vos otra vez.
Que mal acordarme de tu cara.
De tu mano en mi cuello
Y tu beso seco en mi mejilla.
Y tu frialdad brilla y mi admiración canta.
Y una vez más mi sueño recurrente.
Termino cansada de pensarte.