Altivo y solitario
como cresta de mares
de sentires casi vivo
a pesar de pesares.
Desde el vitral verso
intuyo diáfano
devenir de existencia,
vacilar de conciencia
aunque nubosa
memoria
florezca enfermiza
en palidez
de magnolia.
Intimo y profundo
mi amor tan elongado
mientras sueñe pecado
despierta llorando mundo.
Agotadas mis palabras
abrazaré vasto silencio,
quebrada mi luz
contemplaré tiniebla.
Soy átomo de presencia
y ausencia en inmensidad
ni joven ni vieja
que de lejos se acerca
y de cerca se aleja,
que ilumina y apaga,
me busca y esquiva,
se calla
y me nombra.