nelida anderson parini

DE RODILLAS.

La vergüenza surgiendo del pasado,

llama ahora mí presencia, a compañía,

pues sabiendo del ayer el resultado,

la tristeza del error tiñe mi día.

Es seguro que el actuar he equivocado,

sin saberlo demolí cuanto tenía.

En absurdo proceder inmoderado,

torpemente, defraudé a quién bien quería.

Éste absurdo corazón desorientado,

escucha hoy, lo que el latido compelía.

Cada pulso en su latir avergonzado,

convulsiona una verdad que presentía.

Desfallece el sentimiento arrodillado,

implorando del perdón su lozanía…

Insistente el pensamiento acongojado,

atesora del perdón toda valía.

Brota llanto del sentir resucitado,

pena brotar, dolorosa escorrentía.

Llora el alma su pesar encarcelado,

al saber, lo que hasta ayer desconocía.

Se debate el sentimiento en desolado,

en las aguas del dolor y la anarquía.

Tempestades zozobrando atormentado,

de rodillas, en dolor se revestía,

hondo rastro, de pesar compenetrado,

su conciencia para siempre tatuaría…

Imposible desligarse del pasado,

si resurge en el presente cada día.

Y al mirarse en el espejo reflejado,

ya su pena, siempre empaña la alegría…