Fragancia
de un momento sublime...
Latidos inmersos
en esa ánfora de miel...
Sostiene con dos manos
el fino cordel...
Se aferra a la vida,
no juegues con él...
Eres todo y más,
está a tu merced...
Asume esta parte,
la más importante...
Si sucede el milagro,
no reniegues...
Hay quienes mueren,
por estar en tu piel...
De ti depende todo,
en un puño el oro...
Llevas el milagro,
bendita eres mujer...