EL MAR
Por las tardes cuando puedo observarte, sentado sobre los peñascos que tu moldeas, me silencio sobre la majestuosidad de tus movimientos que mecen los barcos o permiten que tus olas bañen las doradas playas
La ímpetu de ellas inundan mis oídos cuando comienzan terminando en suave murmullo.
Y en las noches cuando eres calmo y tus aguas reflejan como un espejo el brillo de la luna, plateando el paisaje.
¡ ME ASOMBRO!.
Robi