Por extraña razón que me nace escribir,
Como una vez tú dijiste,
Que de mi puño y letra lo querías oír.
Cumpliendo esta un ciclo,
De aquel día único,
Cuando tus labios sintieron,
Cuando los míos soñaron.
Cuando en el fondo de mi cuerpo,
Mil estrellas ardieron,
Y después explotaron.
Mi respiración agitada,
Cuando de ti conocía,
La sensación más extraña,
Que en la vida sentía.
Y aunque no la primera,
Tuvo excepción en mi vida,
Pues el momento ocurrido,
Pues el amor transmitido,
Todo me estremecía.
Y cada día pasado,
Y cada beso gozado,
Cada instante a tu lado,
Cada respiro cansado.
Fue ese beso el primero,
Que tus labios sentían,
Para mí fue el primero,
Por el que mi alma pedía.
Recuerdas….
Tu en mis piernas sentada,
Yo pidiéndote un beso,
Cada latido escuchado,
Con mi rostro en tu pecho.
No hay calor mas deseado,
Como el que ha dado tu cuerpo,
Cuando de mis manos me tomas,
Y te robo mil besos.
Casi un hambre insaciable,
Cuando incluso los muerdo,
Es tu rostro un manjar,
Ya no existe ni el tiempo.
Luego se vuelve tan suave,
Todo pasa tan lento,
Con mis manos recorro,
La silueta de un beso.
Y aun recuerdo muy bien,
Aquel doce de abril,
Cuando entre nosotros se dio,
Aquel dulce primer beso.