Deambulaba
en un haz de luna
lanzando monedas a las estrellas
escribiendo en el viento
y al firmamento
hacía preguntas...
Y en el silencio
escuché tu voz,
y en la brisa
encontré tus caricias,
y en tu piel
mis fantasías...
Y soñaba...
que el segundo era eterno
cuando en un instante
yo
me perdía en tu cuerpo...