Una tarde decembrina de invierno, me atrajo fascinante platicar contigo, sentirme y apoyado por alguien que me conoce tan bien como tú, repentinamente al cruzar el umbral de tu casa, me ví envuelto por un silencio frió y cruel, sintiéndome invadido por una tristeza infinita al ver con incredulidad la realidad que implacable, me mostraba tu cuerpo inerme con la mirada en el vació, enmarcado por un ataúd gris sombrío, rodeado por la cera que se consume al igual que mis anhelos para contigo.
En mi cerebro sacudido buscaba en las sombras que todo fuera un espejismo o pesadilla cruel, al transcurrir lento de los minutos se fue aletargando mi pensamiento que se lasceraba con el aceptar tu inevitable viaje sin retorno.
Mis ojos se nublaron con lagrimas hirientes brotadas de mi lastimado corazón, como un acido mordaz recorrían mis mejillas, no recuerdo que tiempo paso, ni como me libre del nudo asfixiante en mi garganta, alcanzando a decir ¡No puede ser...! enmudecí sin pensamiento en mi cerebro, que poco a poco bajo el manto de la noche se fue inundado de pensamientos, palabras, vivencias, recuerdos en los que estabas tu y mentalmente de vez en cuando hable en silencio con tu cuerpo derrumbado por el recorrer de tu sendero, llegaron a mi mente como un haz luminoso todas las cosas bellas que compartimos y ahora es el unico tesoro perenne de nuestra amistad.
Así fue consumiéndose la noche al igual que los cirios vigilantes, mi alma y pensamiento se reconfortaron míseramente con la evocación de aquellos momentos, haciendo menos penoso el amanecer, de repente el redoble lejano de una campana anunciando tu partida, taladrando con su eco mi mente y corazón que se oprime con tu perdida, aguardo con un silencio doloroso que carcome mi ser.
Finalmente inicia el penoso recorrido del que fuera refugio de tu alma, mi andar semeja al condenado inmisericorde por lo renuente al aceptar que sea la última vez que estemos juntos….
Al llegar todos tus seres queridos se despiden a su manera tan triste como la mía, veo por ultima vez tu rostro y solo puedo decir para mis adentros…No te olvides que fuiste mi mejor amigo…. y me alejo ahogado en llanto, solo escucho el caer de la tierra que te va cubriendo poco a poco… A solas le pido al creador que permita que mientras estés en mi recuerdo vivas por todo lo bello que me brindo tu amistad….