Cada vez que me recuerdo de ti,
siento un hormigueo en mi cuerpo,
y beso tus labios carmesí,
Te tengo, te palpo y te pienso.
Se que eres lejana,
que no estas a mi alcance,
pero cuando el alma habla,
la distancia se desvanece.
Yo venzo la lejanía,
porque tu amor me está llamando,
tu amor es mi alegría,
por eso, te sigo adorando.
Por: Manuel Palacios