Blas Roa

Sin ánimos de profanar.

Para recordar bastan 

los momentos que ríen solos

esos de piel delicada

de cosquillas y vestidos

como sueños lunares

que aterrizan en nuestro colchón.

 

Nosotros que somos tantos

cada vez que el tiempo habla

y el agua nos llega al cuello

que nos dibuja su mirada

un nubarrón gris de presagio

bajo la futura lluvia

que a mi me deja mojado

y a ti la ropa pegada al cuerpo.

 

Cuerpo sin igual y blando

dulce y maduro

como un cuento del plus ultra

en aras de la realidad

si confirmo tu belleza

no exagero ni mucho menos

el estirpe de tu hermosura.

 

Hermosura como flor de mayo

como amanecer de primavera

en la locura que nos aborda

y que ruge a voces metales

las ganas de tocarte

sin ánimos de profanar

la perfección de tus curvas.

 

Curvas tiernas y comestibles

pulidas y echas a mano

como una cancion de cuna

como olas del mar caribe

que se juntan y me llevan

que dicen demasiado

cuando te da por caminar.

 

 

Caminas y me desmayo

me emociono y me muero

me hago trizas y te hallo

en un circulo lisérgico

donde mis manos te buscan

y hasta mis huesos te reclaman

un beso de cometa

un vistazo de Diosa vil

y un dardo junto al corazón.

 

Corazón, si me enamoro

no digas que es para tanto

puede uno estrenarse en camas

nuevas como nuevas bocas

pero nada se compara

y nada vale mas

que tus labios, tus palabras

tu ánimo y lo demás

ya que todo cuenta.

 

 

Hay noches que no te hablo

y hay días para

hablar hasta por los codos

pero aquí me tienes

en cualquier horario

otra hoja de tu talonario

y otra vida para tu vida

cuando no te alcance mas 

quitarle a esta vida su salario.

 

Blas Roa