Y el cielo cambió, combinó dos de los colores que
me recuerdan tus latidos, junto a la inmensidad,
el brillo, y la pureza de nuestro amor.
Simplemente un espectáculo al corazón,
una canción silenciosamente armónica...
las gotas de lluvia como caricias en mi rostro...
no traté de cubrirme nunca, sólo las disfrutaba...