es la brisa de mi mar
quien te enseño a amar
entre las olas del mar,
las caricias que no olvidas
son el oasis de tus desiertos
sedientos de aquel amor
anclado en ese eterno ayer,
buscame entre los olivos del olvido
entre el hierro forgado por el fuego
de aquel ahogado ayer,
eres la medusa de mis poesias
eres el viento de mi velero
em medio del desierto
olvidado por tu adios,
aunque ya no estas
por ti existo
junto a mi cristo
de amor,
los rayos del sol
sin permiso alguno
acarician tu piel
y se que me recuerdas
sin querer.