Que a ti te luce la vida, y a mí, sin ti se me agota el cielo.
Que mientras beses labios extraños, yo estaré odiando el destierro.
Por imponente que sea, quiero vencer el silencio
y amanecer escuchando la súplica de tu cuerpo, que sé, nunca me ha querido lejos...
Que mientras canten los pájaros, yo aun dormiré en tu recuerdo.
Por agobiante que sea, voy a extrañarte de nuevo.
Y le rogaré a la lluvia que me moje con tu aliento.
Siento...
Que, si te luce el amor, es porque fuiste mi espejo.