Ella se desató el pelo
él le tomó su mano,
la miró ...encendió el reloj...
Se había quedado dormido
la última vez que se habían visto,
no quería que se repitiera.
Ella no le dio importancia,
pero la venganza será más
terrible aún...
Una noche de interminable
amor les eperaba
tan dulce, tan cálidos.....
como torrejas recién paridas