Cómo fue que me olvidaste
y yo insisto en recordarte,
por qué para mi mala suerte
no soy atractivo a la muerte
que no se atreve a llevarme
sabiendo que ella al mirarme
en mis ojos ha de hallarme
tanto dolor que le alarme
y que le haga sentir pena
porque mi alma está llena
del amor que me condena
a seguir sin vida plena
pues nunca dejare de amarte
aunque sepa que al marcharte
tenga que aceptar esa parte
en la que no quiero mirarte,
por lo que tapo mi rostro
y tu pasas como si nada
tan feliz al lado de otro.