Sin que tú me lo pidieras, sin que tú me lo mencionaras, yo quisiera cambiar estas palabras por tus manos, por tu boca. Cambiaría sin pensarlo estos renglones completos de soledad sólo por volver a sentir la forma en como me mirarías en este momento. A cambio de tu sonrisa, yo entregaría mis noches enteras. Por un ¡Te amo! daría sin pensarlo lo que fuera. Y quisiera poder gritarle al mundo lo que siento, decirles a todos que el amor es la máxima expresión y el mayor sentimiento que existe.
Ayer, sóla frente al espejo noté un vacío en mis ojos. Sóla ante la profundidad de la noche me percaté de que a mis ojos les falta verte de nuevo para recobrar su brillo, su color. Y así, ese vacío y mis pensamientos cargados de ti, me acompañaron a la cama. Sólo anhelo algo que tranquilice mi tristeza, mi impotencia. Algo que devuelva la felicidad a mi alma. Algo que rompa con esta espantosa calma y rutina diaria. Algo que satisfaga las llamas de mi corazón. Y ese algo sólo puedes ser tú. Sólo tú...