Mas allá de la fría neblina,
la que no llegó a ser nieve
Mas allá del pico majestuoso
que perpetua te posee
Mas allá de las piedras de la iglesia improvisada
que conmueve
Están tus pasos, tu cabellera,
tu canto y tu irrisoria cadera
También más allá de la gélida loca
envejecida y trágica
Sentires inconfesables se desataron silenciosos
por la escalera
Que agota, que ahoga,
que retribuye con alucinaciones mágicas
Y te miro abrazada a ella,
mixtura de tu aroma y la del bronce
Se enlazan en la brisa que se impone en dibujarte
Se recrea mi visión en un maravilloso instante
Te acaricio y tu rostro en mi lente Se vuelve arte
Se acelera mi pecho al vivir de cerca tal ilusión
Mas allá de la cumbre que aun guarda tu frailejón
Y mas allá de mi sonrisa dejo salir tu nombre de paseo
Por el paramo, que se calienta en el ardor de mi deseo
Sospecho que soy tonto al creer en mi utopía
Y De estar a estas horas escribiendo poesías
Mas allá de mi dolor, mas allá de mi agonía
Mas allá de tus amnesias estará mi nombre
Al pie de un poema que ya nada esconde
Mas allá de la nada del oscuro vacio al que me arrojas
Y donde pasan los segundos,
pasan las horas,
Días enteros sin que tu voz se encuentre con la mía
Mas allá de ese silencio con que dices hablar
Estarán mis palabras en el eco de los andes
Que me inspira, que me duele
Eco Que te dará en el alma
mil llamados, mil ruegos,
Mil "te amo·", hasta que un día me congele
y me quede Para siempre sin testigos
en los escalofriantes farallones de Mérida
Viviendo mi mejor momento que no es otro
Sino aquel en que tu estás conmigo,
Y confieso, si mi terruño dejase buscando el olvido
Iría mas allá de las cinco águilas mas allá del mucubají
Mas allá de mi propia vida,
a perderlo todo a encontrarte a ti
para hacerme de tus nieves prisionero
y mas allá, anciano y solo,
seguiré siendo un soñador
alucinando entre sorbos de miche callejonero
que me das un poco de calor
hasta que dios me lleve al más allá y allá te espero
para seguir mimándote, para seguir amándote
Princesita de mi amor y de mis sueños.