Mi niña, mi cielo, mi sol y mi lucero
mi cuerpo desnudo se sienta ante ti,
viajando mi mente sobre tu cielo
perfumada de rosas te quiero sentir.
Te veo, te siento, te huelo y atrapo
desnudando ese cáliz que quiero libar,
hundiendo mis besos quiero que goces
que mueras en mi boca hasta gritar.
Desnuda te tengo, te siento encendida
tu cuerpo divino es entrega de amor
en tu cosmos me atrapas mi dulce cielo
en tu cuerpo me rindo con mi pasión.
Tus gritos ardiente son un tsunami
me arrastra la marea con tu tempestad,
te sigo, te atrapo, te gozo y te beso
tu orgasmo glorioso me hace temblar.
Rendido me quedo escribiendo el poema
temblandome el cuerpo que goza por fin
y en cada temblor mi cuerpo se arquea
temblores que siento sintiéndote a ti...
Ángel Reyes Burgos