Armando Cano

EL VIEJO OFICIO DE VIVIR

 

 

 

Hoy Mané ya no espero nada,

me dedicaré al más viejo oficio que tiene la vida:

al viejo oficio de vivir.

Continuaré creyendo que aun me amas,

que eres mía, que sigo en ti.

Tan sólo veré pasar ante el espejo a mis agotados años,

esperaré a que mis cansados brazos pierdan fuerzas

de querer abrazarte.

De que querer protegerte, de otorgarte calor.

Sabes Mané sufro un hastío al decirte esto,

mis labios tiemblan, mis ojos mueren,

en mi alma hay un momento de soledad.

Sabes que tengo tantas cosas para darte

que se están marchitando en mí.

Creo que es necesario reflexionar, re encontrarnos,

dar marcha atrás.

Nuestra dicha, los años vividos,

y lo que amamos bien valen la pena.

Intentemos de nuevo lo merecemos,

lo necesitamos… por nuestro Amor.

 

© Armando Cano