Ameboamar caballero de batalla
Quiere insistir en rescatar a una doncella
Que está cautiva, y hasta su sonrisa calla
De una comarca de las niñas es la más bella.
Saber que esta más allá de los pinares
Donde el bruñir de la sombra es sobre el valle
De aquel follaje junto al río es el detalle
Yace cautiva encadenada a dos pilares.
El cabalgando con su corazón mullido
Que arrasa con bravura a su eminencia
Y es en su grito cual desgarrador aullido
Que no comprende de piedad ni de clemencia.
Ella desangra con el llanto de sus penas
Por forajidos que la tienen apresada
Como internándose en el túnel de sus venas
Son los rayos de la luna, sobre su piel rosada.
Casi muriendo Ameboamar por su querida
Sin conocerla no hubo en el reproche
Ya no le importa la dolencia de su fatal herida
Y como en un sueño el la miró esa noche.
Yace tendido Ameboamar al suelo
Ella con llantos le correspondió su beso
En un suspiro y antes del deceso
Diciéndole, te esperaré en el cielo.
Autor: José Luis chavez