Veo tu mirada tranquila y fría,
cuando estás a punto de salir al ruedo,
a rifarte la vida en suerte; Guerrero.
¿Acaso no le temes a la muerte?
Cuando miro tu andar pesado y manso
no imagino, como es que tu bravura;
puedas esconder en un remanso
entre tus carnes envueltas en negrura.
En un instante, puedes correr al galope
liberado de los miedos,
haciendo honor a tu casta,
sin hacer ademanes, cuando recibes los hierros.
Te admiro en los corrales;
sin duda, tu hogar quedó en el recuerdo.
Ejemplo de nobleza y valentía,
mereces tu regreso a pastizales.