Vagando por las calles del deseo,
perdido entre las esquinas del anhelo,
cubriendo mi frío con cartones de ilusiones,
muerto de miedo por el olvido,
suplicándole piedad a la indiferencia,
mojado por la lluvia de desesperanza,
hambriento de besos,
sediento de abrazos,
angustiado por la inmortal soledad,
con el alma hecha pedazos,
afligido por la falta de abrigo,
sin amor, sin corazón, ni un amigo,
de amor, por las calles, soy un mendigo.