Alma al aire

De pie

Todo se cae a mi alrededor,

todo se desmorona, se rompe,

las familias, las alegrías,

el amor,

los cuerpos,

el dignísimo sudor,

en escombros y en pedacitos

finos, finos, finitos.

 

Yo me hago un bollito

para resistir el viento huracanado

podrá volarse todo

pero yo quedaré,

con mi familia en una mano

y en la otra tu amor,

que tanto temo perder,

pero si queremos, quedaremos

después del torbellino

todos de pie.

 

Se me descerrajan las lágrimas

que acostumbradas a aguantarse

no quieren caer,

los ojos como perlas

olvidadas en las profundidades

se cierran como el anochecer,

pero vaya si serán porfiados

mañana se volverán a abrir

como si nada hubiera pasado

para darle esperanza

a ocho pares de ojitos más.

 

Y sonreir

aún cuando la mueca es de tristeza

cuando lo que menos tengo es entereza

para domarme el pecho que zozobra,

y aunque tendrán su razón

los que piensen que eso es hipocrecía

sinceramente yo lo llamaría

limpiarse los mocos y aprender a seguir,

levantarse y secarse los ojos,

sacudirse el polvo de los pantalones rotos,

agachar la cabeza,

aceptar la pobreza

del existir, del sentir,

aunque lo pierda todo

me tengo a mi,

y esas cosas lindas de mi corazón,

y esa manera de sobrevivir

y eso de regalarme en cada letra,

en cada te amo, en cada consejo...

 

No, yo quedaré,

para empezar todo de nuevo

aunque sea por milésima vez,

para sanar los corazones con ventrículos del mio

a pesar de las desazones

y del miedo a lo desconocido,

aunque todo se desmorone ahora,

yo lo reconstruiré,

con mi familia en una mano

y en la otra tu amor,

se endulzan las amarguras

aunque hoy me toque perder.