Con la negra tormenta que se cierne en tus ojos
con la pálida aurora que dibuja tu rostro
con el fin de mi vida que se advierte en tu lengua
con la clara venida de "Tu rey" que es un otro.
Me di cuenta que hoy mismo desbarranca mi vida
se deshacen mis manos, se me rompen los labios
se me duerme la sangre en un viaje de ida
y regreso a sonidos silenciosos de armario.
Que dé culpas me lleno, es verdad y es desgracia
que no abunda ese fuego que se apaga y se apaga
que me siento extraviado de encontrame perdido
con vacío de todo en un lleno de nada.
Que se vienen los tiempos infelicies del alma
que la fe se endurece y uno ve más espaldas
que los días parecen infinitas puntadas
que nos dan los amigos donde más hacen falta.
A pesar que no hay nada que se ha dicho hasta ahora
yo te leo en los verbos un futuro de espadas
un pretérito añoso que será recordado
para un fin al presente en un paño de lágrimas...
Con la larga agonía de saber de antemano
un minuto es un siglo que me tiembla en el pecho
y una brújula loca al soltarme las manos
será un norte de sures en mi mar de desechos.