Cuando te levantaste en la mañana, Yo ya había preparado el sol para empezar tu día, y el alimento para tu desayuno. Sí, proveí todo eso, mientras vigilaba y guardaba tu sueño, tu familia, tu casa. Esperé por tus "Buenos días", pero te olvidaste... Bueno, parecías tener tanta prisa, que te perdoné. El sol apareció, las flores entregaron su perfume, la brisa de la mañana te acompañó, y tú no pensaste que Yo había preparado todo eso para ti; tus familiares sonríen, tus colegas te saludan, trabajaste, viajaste, realizaste negocios, lograste victorias. pero, no te dabas cuenta que Yo estaba cooperando contigo y mas logros tendrías, si me dieras una oportunidad. Yo sé... te afanas tanto, te perdono. Lees bastante, oyes muchas cosas, pero aun así, no tienes tiempo para oír ni leer mi Palabra, que edificaría hasta lo profundo de tu alma. Quise hablarte, pero no me diste tiempo, incluso quise aconsejarte, pero no pensaste en esa posibilidad. Tu visión, tus pensamientos, tu hablar, serías mejores; las cosas malas serían menores, y las buenas serían mucho mejores en tu vida. La lluvia que cayó en la tarde, fueron mis lágrimas por tu ingratitud, y la usé como bendición sobre la tierra, para que no te falte el pan ni el agua. Trabajaste, ganaste dinero, que no fue mas, porque no me dejas que te ayude; te olvidas que mi deseo es que participes en mi Reino, con ti vida, tu tiempo, tu trabajo y tu dinero... Terminó tu día... Ahora vuelves a casa, Mira, mandé la Luna y las estrellas, para que la noche luciera mas bonita y recordaras mi amor que siento por ti... Por fin ahora me vas a decir "Buenas noches", Cierto... ¡Gracias!... Pero ¿Ya te dormiste? ¡Qué pena!... Buenas noches... que duermas bien, Yo seguiré velando por ti y esperando por tus "Buenos días, buenas tarde, buenas noches.-