Locura, admirable locura
Sumergida en un cándido sueño
Ensueño de amor que muy poco dura,
No logro sostenerlo aunque en ello me empeño.
Las madrugadas sostengo con mis ojos,
La luna guio con mis soplos,
Apeteciendo tus labios, son mis antojos,
Mis ojos de estos se vierten celosos.
Delirios de utopías más viejas que mi presente
Estorban en mi pensamiento desierto,
Como situando un nuevo sentimiento
Que crece y este se advierte ascendiente.
Manía inconmensurable manía,
Me arrastras aun mundo falso e infecundo,
Apareces con tu amigable simpatía
En una farsa me desvanezco divagando.
Demencia, esta que me forja mirar más allá
La misma que alimenta mi autodestrucción
Como un animal hambriento y en desesperación
Se consume así mismo, por mantener lo que calla