En el jardín del Edén, todos los animales estaban inconformes con alguna parte de su cuerpo. Se quejaban tanto que un día el Señor decidió concederles un deseo. Así, un día los animales se formaron para pedir su deseo. Dios:
- Tu jirafa, ¿qué deseas?
- A mi Señor, me molesta este cuellote. Me dificulta comer.
- Entonces tendrás un cuello más corto. El elefante se acercó después.
- A mi Señor redúceme esta trompota que me estorba al comer.
Y Dios le concedió el deseo.
Entonces, tímidamente se le acercó el burro. Dios sorprendido de verlo en línea le pregunta:
- ¿Y tú, de que te quejas?
A lo que el burro contestó:
- Yo no me quejo Señor... la que se queja es la burra!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
JUASSSSSSSS