Tiempo,
amante promiscuo
amante infiel,
la memoria y el olvido
por igual quieres.
Tiempo, ciego eres,
En tu presencia
lo novedoso y lo mundano
la misma vestimenta tienen.
Tiempo, iconoclasta bufón,
con tus caprichos infantiles
de todo burlas
el infinito llanto lo tornas en imparable risa,
el dulce amor en profundo odio,
el divino placer en agudo dolor,
y la breve existencia en extensa ausencia.
Tiempo, esclavo,
corres por voluntad ajena,
el devenir es tu amo.
Tiempo, dictador eres,
mi vida escribes y controlas,
mis suplicas y quejas, no oyes.
Tiempo, te detesto,
te aborrezco,
si sientes
te ruego y ordeno,
asiente,
a mis incansables deseos
de tu pronta muerte.