Te reclamo las pisadas
y el chapoteo en mis redes,
donde a mis calores cedes
entre chispitas saladas.
Quiero ver entusiasmadas
tus huellas hacia la toalla,
después de nuestra batalla
de salitre, viento y piel,
soy tu marinera fiel
tuya por siempre, La Playa.
Se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte. Miguel de Unamuno