Los desencuentros
Cuando el amor llamó yo estaba ausente,
cuando yo lo llamé se había ido,
cuando quiso volver me halló dormido,
cuando volví a llamar había gente
Así fue mi vivir, impenitente,
caprichoso el azar y yo perdido,
un mar cuyo valor no tiene olvido,
una ola en que arder contracorriente
Por sus playas aun voy, feliz, sonriente,
mi esperanza es azul, su arena un nido
donde huellas dejar eternamente.
Por eso ven, amor, que en lo vivido
nos han de unir al fin, eternamente
y al fin diré destino, yo he cumplido.
20 04 12