victolman

MALDAD

Entra la humeda...

y fria brisa en mi ciudad,

¡Golpeando!... 

incesantemente entre paredes

y muros de fuertes columnas;

que encierran

grandes clamores, angustia y vanidad.

Ellas quieren entrar

y se meten,

por orificios y ventanas,

encontrandose con mil y una forma vana,

de pensamientos

continuos de maldad.

Osilan y parpadean

tiemblan y se estremecen,

llegan a lo profundo de la gente,

que evocan auxilio y piedad.

humeda y fria es la brisa,

que entra en mi ciudad.

(victolman)