Era una noche de verano fresca ,
estabas en mi mente , te acariciaba
mi imaginación , te veía sonriente ,
tomabas un gran refresco de tamarindo ,
preparado en casa , yo sonreía de ver tu
rostro disfrutar , te observé feliz en unión
de tu familia , todos en el jardín preparando
un encuentro agradable , estuve presente
y me sentí como un invitado físico , pero sólo
estaba en energía acompañando con amor
la reunión familiar , todos felices y agradables
en su proceder , sin ser mas que un auto-invitado
me dispuse a marcharme , sin antes dejarte un
beso en tu cuello acompañado de una suave brisa .