Para Sergio Meier, un hombre que partió a desconocidos espacios, aquel que no tuve la oportunidad de conocer acá, pero lo conoceré mejor por medio de una fantasía que se empeña en seguir inculcando a generaciones existentes y venideras.
Un Hombre Sin Infinito
Ayer conocí a un hombre
por medio de la filosofía de su arte
un volador de la ciencia que existe
en la irrefutable creación de la mente
¡Me sorprendí!
cuando muchos que te conocieron
hablaban de ti y de un mundo
que hasta ayer era desconocido para mí
Tu arte, tu forma de pensar
de mirar la vida
hurgando en extraños senderos
difíciles a mi entender
Y de pronto me fui dando cuenta
que tu mundo
y el mío eran tan semejantes
como todas la expresiones del arte
Tu volcado en entender
de donde, porque, en que…??
porque el “infinito” tiene nombre
si para tí no existía…
y lo que no existe no se nombra…
Trato de entender, lo mismo
pero no desde la turbación
que en mi significa
el entendimiento de la filosofía cuántica
sino, desde el enigmátismo
que produce la filosofía del amor
Cuantas veces me he preguntado
como se genera la química del amor
que neutraliza a los hombres
quizás ¿son moléculas atómicas especiales?
según tu concepto de la vida….
Entonces debo entender
que de la masa de energía
de la cual estamos formados
se desprende la indescifrable respuesta
Sentí que te conocí tarde
hombre sembrador de sueños
pero la ironía de la vida
me enseño a entender mediante tu legado
la fusión inevitable
de tu amada ciencia ficción
y mi amada ciencia de amor
Aly Michó