Regalo preciado
Del cielo heredado
Promesa de risas ...
Eternas caricias
Cariños, sobresaltos
Ternura y quebrantos
Una niña… un niño
A nuestros brazos ha llegado
Le cubriremos de nubes
De plegarias y ruegos
al cielo imploraremos
Que de salud le vista
Y de lágrimas vestiremos
Cuando enfermo le vemos
Digna responsabilidad
Su carácter formar
El sueño esquivo se escapa
Y el corazón en vilo
Siempre siempre estará
Un futuro de oro
Le deseamos obsequiar
Pues no hay rol más grande
Que el de la maternidad.
Carmen Lidia Feliciano Flores
Abril 22/ 2012