Beso robado
Aún recuerdo aquel beso
que yo te robé, travieso,
sabiéndome a miel con queso,
quedándome anonadado,
por aquel beso robado
y locamente enamorado.
Bien sabes que no te miento,
no me niegues el aliento
que ahora este es mi alimento
y déjame robar tus besos
¡seamos ambos traviesos,
echemos miel a los quesos!
© Eduardo González Cuartango
24/04/2012