Perdón por las palabras que brotan de mí ser,
traen recuerdos amargos de una nostalgia vivida,
triste, cruel y escarnecida … de profundo dolor.
Argumentos sinceros de épocas pasadas,
que emanan incertidumbres y flagelan mi alma,
causando estrepitosamente alientos de amargura,
que van evacuando … lástima, desdén y amargor.
Sé que el propósito eterno es el capitán de la vida,
emitiendo paz, fe y alegría a un insano corazón;
reflejo de constantes locuras que viven en armonías,
y envuelven destellos en una vivencia fragante de amor.
Por eso soy sincero, y en esta actitud asumida,
veo con claridad el alma, la cual es el reflejo del amor;
Triste, solo y con calma voy divagando lo abrupto del error,
Y con Dios a la vanguardia habrá luz para mi vida.
Perdón por la fiebre del mal y el deseo constante;
horrores desmedidos de actitudes repugnantes;
costumbres anheladas, con principios de amor.
(victolman)