Nefasta impureza de las palabras sin sentido,
mortales sonrisas en agonía ante el cielo oscurecido,
corazón sangrante en plenitud de la multitud ausente,
son estrofas más que hirientes que un puñal incrustado
al alma de este ángel caído, que se corta las alas.
Como un mendigo prodigando una monedita
de atención ante la situación de indigencia
de mi alma, pedí a gritos tus oídos
que se hicieron sordos a mi agonía,
y en los cielos grises surco este ángel caído,
con las alas rotas, ansía tener calma a su dolor.
Eres de la oscuridad de las noches,
Cuando surcando el cielo desangras tus manos,
Alucinando encontrarla antes de que mueran tus alas.
Son vacías las calles cuando se apodera el infierno de la soledad.