Recipiente de aluminio o de barro,
doctorado en percebes y centollas,
con pimientas y con sal emperifollas
las orejas y tocinos de los guarros.
Con tu olor frenas burros, paras carros
si en tus salsas mezclas ajos con cebollas,
si aderezas con tomillo buenas pollas
o en tus aguas cueces liebres y alcaparros.
No hay sartén que te iguale en la cocina
y a tu aroma no hacen feos ni los gatos
cuando tocan las campanas tus borbollas.
Llenas panzas y te agradecen las barrigas,
con eructos y con pedos, los garbanzos,
que es su manera de alabarte, sabia olla.