Que emana del alma
Castigando y acusando
Los albores de la memoria
Pasajes oscuros llegan titilando
Atreves de los años y la historia.
Aquellas secuelas tan infames
Que dejan los hechos irracionales
Que jamás se pudieron evitar
Pues la fuerza y los vejámenes
Subyugaron la fragilidad.
Cuanto diera por encontrar
El portal del tiempo y con el
Permiso del creador conseguir
El místico modo de enmendar
Lo que roto esta.
Y en romántico deseo evitar
Las heridas emocionales
Que en loco frenesí pudieron causar.
Son aquellas concupiscencias y aberraciones
Que ahora me relegan por razones pasionales
A sentirme impura y digna de aspirar
A ser llamada hija de Dios.
Y aun más porque no logro
Perdonar, perdonarme y mucho menos
Olvidar.