Soneto Alejandrino
Afrodisíacas noches
Tus silencios me invaden con esa luz profunda,
alcanzas mis riachuelos transmutas mis orillas,
mi piel arremolinas abriendo mis rodillas,
subiendo con lujuria tu fuerza me fecunda.
Las olas de tus brazos alientan que me hunda
en pulpos ambiciosos haciéndome cosquillas.
Tus labios son compuertas sabor a pesadillas,
traslado mis deseos violándote iracunda.
Son míos tus lamentos, tus gritos de locura,
tronar de cataratas adentro me sacuden,
trasciendo llamaradas me quema tu ricura.
Enciende la alborada, su llama me procura
las brisas tempraneras, a mi guerrero acuden
aromas de afroditas, esencias de frescura.
Matilde Maisonnave