PARAR ES MORIR
Con el pasar de los días, mas tengo ganas de marcharme a mi piso pequeñito y vivir en paz, cerrar la casa y un montón de cosas más. Vivir sencillamente, en poco espacio, con horizonte para coger afecto, ternura, cariño de quien me lo quiere dar.
Mi cuerpo poco quiere de alimento, mi alma tiene mucha hambre, aquí es imposible. Intentaron matar mis sueños, pero cosa rara, aun lo deseo mas, así, mejor matar la casa, dejarla sin vida, sin nadie, solo silencio y nada más, así nada queda de mi vida pasada, como página en blanco a empezar de nuevo, a “Cesar lo que es de Cesar” como no conozco ninguno, solo a mí, no tengo problemas. Tejado, que deja pasar la lluvia, paredes que no evitan que el frío entre, todo es un haz de cuenta. Así no merece la pena pensar que todo va bien. No agotada, pero llena de luchar para que me entiendan, total, las culpas serán siempre mías. El sudor, el cansancio, de una vida de trabajo, no puede tener un fin triste y estropeado, por los otros. Triste muy triste, casi no creyendo en lo que veo, me pregunto el porqué de tanta complicación, hacía mi.
Ya no me importa lo que digan, ya no creo en nadie, solo en la esperanza de que alguien esté a ser sincero. Sí, tú, que me serenas, me respectas y me quieres bien. Con los ojos de Dios mirándonos y ayudándonos, para sernos sinceros y felices. Nunca podré perdonar, a quien tanto mal está haciendo, nunca, están matando algo que no volverá a existir dentro de mi corazon. Hablo de las horas amargadas, en que pienso en mi soledad, en mí vivir triste en el desprecio, en la pared que ponen entre mí y ellos.
Dejo mi casa, no para que la cojan, no, termina todo cuando cierre la puerta al marcharme, cerrando mi vida presente, solo quedo yo y alguien que me ha dado la mano, para que no termine sola y me respecta.
Los que me dañan y dañaran mi alma, sin piedad, sin pensar en mí como persona, solo como un escombro, que incomoda y tienen maneras distintas de vivir que sean felices.
No sé por cuánto tiempo, vamos a estar juntos, no me importa, no se por cuánto tiempo nos vamos a querer, no importa, no sé si me voy a arrepentir, no importa, mis actos los asumo, el después es del futuro la responsabilidad.
Pase lo que pase, pertenece al mañana, solo quiero vivir hoy y ahora en paz, con ilusión y los pies bien fincados en la realidad. Qué más da si mañana soy cogida por la desilusión, lo que vivo ahora es lo que importa.
El futuro a Dios pertenece, el pasado es mío y no me gusta lo que recuerdo.
Una aventura más en mi vida, no dañará mi ilusión de ser alguien, que con voluntad propia, cogió el timón del barco y se fue mar dentro, a buscar un poco de felicidad.
Que el futuro, sea un arco iris, de mil colores, con lluvia y sol y que pueda caminar por él, en paz y alegría.
Oporto, 19 de Abril de 2012
Carminha Nieves